Passivhaus (o ‘passive house’) es el término empleado en alemán para referirse a un estándar de construcción que ofrece como resultado viviendas de consumo energético casi nulo, que persiguen el máximo confort al mínimo coste para sus propietarios. Nace a finales de los años ochenta, de la mano de los profesores Bo Adamson, de la Lund University (Suecia), y Wolfgang Feist, del Institut für Wohnen und Umwelt (Alemania), y no ha dejado de adquirir protagonismo desde entonces.
En este post queremos ver contigo todo lo que supone: explicar en detalle qué es una passivhaus o casa pasiva, cuáles son sus beneficios y de qué manera podemos aplicar este estándar en una vivienda.
¡Empezamos!
Passivhaus: qué es
Como acabamos de señalar, Passivhaus o passive house es un estándar de certificación energética voluntario que se puede aplicar tanto a edificios de obra nueva como a viviendas que han pasado por un proceso de reforma. Se trata del estándar más exigente de eficiencia energética que existe en el mundo.
Hablamos de hogares diseñados o rehabilitados con mimo y con mucha atención al detalle, en los que se ha llevado un estrecho control de obra para garantizar ese ahorro energético de hasta un 90 % en comparación con una vivienda convencional.
Así las cosas, el estándar Passivhaus garantiza un consumo energético mínimo -casi nulo-, una buena calidad del aire que se respira en el interior, y toda una serie de beneficios y ventajas que desgranaremos a continuación.
5 beneficios de una casa Passivhaus
Las casas pasivas, o casas con certificado Passivhaus, ofrecen las siguientes ventajas:
Gasto energético prácticamente nulo
El consumo energético de una casa Passivhaus es siempre menor a los 120 kWh por año y por metro cuadrado. Ello se traduce en un mínimo gasto en suministros y en un ahorro anual considerable. Para conseguirlo, se presta especial atención a todo lo relacionado con la calefacción y la refrigeración de la casa, para lograr reducir al máximo el consumo en ambos campos.
Cuidado del medio ambiente
La rebaja del consumo energético de una casa Passivhaus lleva consigo una disminución de las emisiones de carbono que liberamos a la atmósfera. De esta forma, contribuimos a cuidar el medio ambiente y ponemos nuestro granito de arena en la lucha contra el cambio climático.
Excelente calidad del aire
Los sistemas de ventilación cruzada de una vivienda Passivhaus mueven el aire del interior al exterior de la vivienda de manera precisa y controlada, eliminando eficientemente los malos olores. Con este sistema, garantizan un ambiente bien ventilado y un aire limpio y de calidad.
Máximo confort
Las viviendas Passivhaus presentan una mínima -por no decir inexistente- variación térmica en su interior a lo largo del día y a lo largo del año. No importa el clima externo, dentro de una Passivhaus encontrarás siempre la temperatura y la humedad perfectas. Además, la calidad de su aislamiento consigue dejar fuera los ruidos y el sonido ambiente, facilitando el descanso de toda la familia.
Incremento del valor de la propiedad
Con todas estas premisas no es de extrañar que el valor de la propiedad se incremente de manera automática. El simple hecho de contar con el certificado Passivhaus tiene como consecuencia que la vivienda sea mucho más fácil de vender y que se le asigne un precio más alto.
Qué tiene que tener una vivienda para ser considerada una casa Passivhaus
Para que una vivienda pueda ser considerada Passivhaus debe reunir una serie de características, entre las que podríamos destacar las siguientes:
Un perfecto aislamiento
Un buen aislamiento es la piedra angular de una vivienda Passivhaus. Es el responsable de que no se produzcan pérdidas de frío ni de calor, y es la solución más efectiva y barata para ahorrar energía. De hecho, se estima que un buen aislante térmico es capaz de reducir entre un 40 y un 60 % del gasto energético de una vivienda, lo cual no es nada desdeñable.
Para que sea efectivo, suele instalarse en paredes interiores, techos e incluso fachadas, como si se forrase la casa por completo. Materiales como el algodón reciclado, la celulosa, o la fibra de madera son algunas de las opciones más elegidas para ello y que mejor funcionan.
Elijamos el material que elijamos, la estanqueidad al aire de muros, suelos y techos resulta sumamente importante, porque para obtener la certificación Passivhaus es imprescindible que la vivienda presente una demanda máxima para refrigeración y calefacción de 15 kWh/m2a.
Electrodomésticos como la campana extractora de la cocina pueden resultar claves en este punto. Apostaremos por campanas con el sistema de aspiración en el centro de la placa de cocción, que solo absorben los vapores de lo que se cocina y no se llevan también el aire fresco del aire acondicionado o el calor de la calefacción. En MDM Interiorismo podemos asesorarte muy bien en este punto, ya que trabajamos con firmas que diseñan sus artículos pensando especialmente en cumplir con el estándar Passivhaus.
Ausencia de puentes térmicos
El aislamiento deber ser continuo en todos los elementos de la casa, no puede presentar interrupciones ni puentes de ningún tipo. Debemos prestar especial atención a juntas, esquinas y particiones, puesto que son los puntos que pueden verse más comprometidos.
Ventilación mecánica controlada (VMC)
La ventilación mecánica controlada (VMC) con recuperador de calor consiste en un sistema que se integra en la vivienda y que funciona con una central de ventilación, que renueva el aire de manera continua. Extrae el aire viciado de las estancias húmedas (cocina y baños) y proporciona aire nuevo a las estancias secas (salón, dormitorios, y resto de habitaciones de la casa). Este aire limpio siempre está filtrado, por lo que tiene la ventaja de no incorporar polvo ni partículas contaminantes o dañinas para la salud. Tampoco será necesario abrir ventanas para ventilar la casa, ya que el sistema de ventilación mecánica controlada se ocupa de todo; así reduciremos también la entrada de ruido y la pérdida de calor en invierno y de fresquito en verano.
Ventanas y puertas con altas prestaciones
Las ventanas de una Passivhaus tienen que tener un coeficiente de transmitancia térmica global igual o inferior a 0,8 W/m²K y contar con un factor solar superior al 50 %. Presentan perfiles de PVC VEKA y tienen un triple acristalamiento, que incluye dos cámaras de gas argón. Pero eso no es todo. Es fundamental que, tanto en ventanas como en puertas, el sellado entre en el marco y la fachada sea totalmente preciso, y evitaremos colocarlas en la cara norte de la vivienda, para una mayor eficiencia.