En este proyecto de reforma de una vivienda en la ciudad de Valencia tuvimos la oportunidad de diseñar una nueva cocina comedor, en un mismo espacio abierto con el salón -antes se encontraban separados-, y un cuarto de baño.
Decidimos unificar las tres estancias de tal manera que cada una tuviera su propio espacio, pero estando todos integrados en uno solo, con un mismo estilo y una misma alma.
Para el salón elegimos un muebles de diseño de madera clara, con detalles en negro, que suman calidez y sensación de hogar. Destacan la combinación de tres mesas bajas en madera y en mármol negro, y un mueble de la TV de corte marcadamente horizontal, con lacado en blanco y en negro y múltiples compartimentos de almacenamiento. El sofá, por su parte, está tapizado en color blanco y vestido con cojines en tono grises, que contrastan y combinan a la perfección con la personalidad que le hemos dado a este rincón.
Junto a él tenemos el comedor, con su mesa de roble y soporte de vidrio, acompañada por un juego de sillas de diseño tapizadas en gris. Sobre ella instalamos una minimalista lampara suspendida en color negro, con cuatro discretos puntos de luz.
Continuando el recorrido hacia la cocina, nos encontramos con un diseño exclusivo que realizamos a medida, con electrodomésticos completamente integrados y tiradores ocultos, para no romper la estética del resto de la estancia. Seleccionamos materiales que consideramos imprescindibles en una cocina minimalista y elegante como esta: el lacado blanco mate, detalles en negro también mate, y unos toques de madera miel.
La isla, en color blanco mate y con detalles en negro, cuenta con taburetes de madera, tapizados en gris y perfectamente integrados en el conjunto. Sobre ellos incorporamos dos sencillas y elegantes lámparas de techo en negro, que rematan ese toque de diseño que queríamos aportar a este espacio.
De fondo, y llamando especialmente nuestra atención, distinguimos un precioso papel pintado en blanco y gris, que sigue la misma gama cromática del resto de la estancia y aporta un punto de carácter y de personalidad única.
Por último, actuamos en el cuarto de baño, transformándolo por completo. En el lugar que ocupaba la bañera, instalamos una amplia ducha a ras de suelo, protegida por una mampara de vidrio transparente. A su lado colocamos un mueble volado en lacado blanco, sobre el que colocamos un elegante lavabo exento y un espejo rectangular retroiluminado. Frente a ellos, para terminar, situamos un discreto inodoro con cisterna empotrada.
