Llega septiembre y con él el comienzo del nuevo curso, la vuelta de vacaciones y el retorno al trabajo. Todo empieza de nuevo y te has dicho: “¡De este año no pasa, voy a reformar la casa!” Si eres de los que está en esta tesitura, prepárate porque no se trata de una tarea fácil. Para ayudarte en esta empresa hoy te daremos unas claves a tener en cuenta cuando contratas un proyecto de interiorismo para reformar tu casa.
Como acabamos de decir, realizar un proyecto de interiorismo capaz de cubrir tus necesidades y convertir tu casa en ese hogar que realmente deseas es una tarea harto complicada. Por eso nuestro primer consejo será:
Piensa en el tipo de reforma que quieres.
No todas las reformas son iguales, porque no todo el mundo tiene las mismas necesidades. Básicamente existen 3 tipos de reformas:
- Ampliación de vivienda y elementos estructurales, construimos un anexo, cerramos la terraza, o tocamos algún muro de carga. Son obras sometidas a las normas urbanísticas y necesitaremos permiso para realizarlas, para obtenerlo necesitas presentar un proyecto. Saltarnos este paso a la torera puede suponer que derruyan lo construido.
- Distribución e Instalaciones. De nuevo estamos ante una obra que necesita licencia de nuestro ayuntamiento a solicitar con un proyecto de interiorismo realizado por un profesional.
- Decoración y acabados. Son reformas en las que el objetivo está en redecorar o mejorar estéticamente la vivienda (pintura, tarima, un nuevo mobiliario, sanitarios,…) nada que afecte a la estructura del inmueble. Aunque se trate de una obra más sencilla, contar con un proyecto de interiorismo es importante, porque todo resultará más fácil y sencillo para ti. Además de esta forma te aseguras de obtener el acabado que quieres y cubre tus necesidades.
Escoge a un profesional interiorista con referencias.
No importa si estás pensando en un proyecto de interiorismo que implique tu casa al completo o solamente hacer una reforma menor, si quieres que todo vaya rodado recurre a profesionales acreditados y pídeles referencias. En MDM Interiorismo nos enorgullecemos de contar con un equipo de excelentes profesionales y con años de experiencia que nos permite presentar un amplio portfolio de nuestros trabajos.
Os recomendamos, que el interiorista que contrates cuente con un seguro de responsabilidad civil profesional. Este tipo de seguros cubre a estas personas en caso de que se produzca un accidente. Exige que las facturas las sean legales e incluyan el IVA. De esta forma estarás cubierto ante reclamaciones, pero también podrás aprovechar las ayudas públicas, que pueden cubrir hasta el 40% del presupuesto.
Las fases del proyecto de interiorismo.
- Fase preliminar; la entrevista con el cliente: Se redacta una propuesta del encargo en el que se detallan las necesidades del cliente y se estudian las características del inmueble.
En esta fase se tendrán en cuenta los medios económicos, estos son muy importantes y es necesario que todo aquello que quieras modificar (mejoras estéticas, energéticas, de mobiliario…) esté presupuestado.
- El anteproyecto: Se trata de la creación del diseño, propuestas de acabados y mobiliario en que debes exigir tu plena participación.
- Fase de ejecución del proyecto: Se elaboran los planos, dibujos y memorias técnicas en relación a las necesidades de fontanería y saneamiento, iluminación, aislamiento térmico y acústico, climatización, ventilación, detalles constructivos, estudios del color, etc.
Esta fase incluye también la gestión administrativa del proyecto, como la solicitud de licencias o permisos, así como la selección de los contratistas y distintos profesionales.
- Fase de obra: Tu interiorista se encargará, en este caso, de dirigir el avance de las obras y vigilar que se lleven a cabo según lo planeado y presupuestado. Se realizará un calendario de obra, pedido de materiales, supervisión de los profesionales, decoración, mobiliario y accesorios.
- Fase final: Que se realiza, acompañando al cliente en la revisión de los detalles de la reforma, entregando la documentación (facturas, garantías, instrucciones de mantenimiento, etc) y obteniendo la firma de conformidad con el cliente. Después de tres meses; el profesional interiorista puede dar por finalizados sus servicios. En ese tiempo, él está comprometido a resolver cualquier problema que pueda surgir.